Eres dueño de tus emociones, no el inquilino.

La vida es una vía férrea unidireccional, siempre debes ir hacia adelante, no puedes retroceder el tiempo para reparar lo malo que hiciste o impedir una situación que te cambió. Todos pasamos por algún momento que nos golpea, que marca, que nos obliga a ser completamente diferentes a quienes considerabamos ser. A partir de ahí, sentirse perdido es la norma y casi que la regla, caer en estado de negación es inevitable y todo lo negativo de esas dos sensaciones afecta notablemente, a no ser que tomemos el control -cosa nada fácil de hacer- pero como diría una frase célebre del brillante genio Albert Einstein «Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad«.

Leí alguna vez que las personas fuertes soportan grandes tormentas, pero luego de tantas veces caer es casi una necesidad, porque hasta la mejor represa tiene límites en la cantidad de volumen que puede contener y para nosotros aplica el mismo principio. Sucede que no tomamos la decisión de ser frágiles y vulnerables, debe pasar «algo» que termina siendo la gota que rebasa el vaso y causa el colapso físico y emocional, en el primero se somatiza -en mi caso particular, terminé sufriendo una convulsión cuando jamás había mostrado algún síntoma que sirviera de advertencia-, esa parte fue controlada medicamente, durante el lapso de dos años los fármacos fueron inseparables compañeros, actualmente -a Dios gracias- etapa superada; el colapso emocional, es otra historia.

Esa parte aún está en proceso de superación, a estas alturas del partido y luego de lidiar con sus consecuencias, aprendes que no puedes desligarte de ello así como si nada, se convierte en algo permanente, en una batalla campal entre la razón y la verdad contra los sentimientos de angustia y negatividad; por ahí dicen que no hay nada más difícil que luchar contra ti mismo y eso es absolutamente cierto. El tiempo y la voluntad lo hacen más llevadero, pero no significa que la carga sea más liviana sino que aprendiste a llevarla de una forma que no pese tanto.

Las experiencias nos convierten en quienes somos, en quién nos transformamos depende completamente de las decisiones tomadas, de la manera en la que  las enfrentamos cuando son todo menos agradables, pero por sobretodo en que entendamos que los errores no son para lamentarse sino para aprender las lecciones y ser cada día una mejor versión de nosotros mismos.

Autor: CarolaLG

Amante de la música, los libros y la escritura, informática de profesión. Con la fe en el cielo y los pies bien puestos sobre la tierra, a veces, creo que demasiado fijados en ella. Ferviente creyente de que con dedicación, esfuerzo y empeño se pueden lograr los objetivos necesarios para cumplir lo anhelado.

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